febrero 17, 2009

Leyenda

MAL DE OJO

Es común escuchar en las familias que uno más de sus miembros han sido afectados por el mal de ojo o “que ha sido ojeado” como popularmente se conoce.  Cierto o no, el mal de ojo, el estar ojeado o el tener el ojo encima, es un fenómeno supersticioso en el que se produce un mal a una persona a través de la mirada.

El mal de ojo se puede producir por la envidia o la admiración de quien hecha el mal es por esto que no siempre es elaborado  de manera intencional.  Según la creencia popular, la mirada (sea directa o mental) provoca un mal en la persona que la recibe. Ciertas culturas orientales dicen que las personas de ojos claros tienen mayor poder para el mal de ojo. 

Esta supuesta enfermedad se presenta con cansancio, adormecimiento o pesadez lo cual termina enfermando gravemente a su víctima. También el mal de ojo se puede manifestar en algún objeto del enfermo que repentinamente se dañe de manera inesperada o sin motivo alguno.

El doctor Eduardo Delgado comenta que está creencia todavía persiste debido a las enseñanzas dejadas por los abuelos quienes son los que mayormente creen en esta enfermedad y las familias lo adoptan como cierto por que por lo general los abuelos son considerados personas con gran sabiduría. Delgado menciona que es tan fuerte la fe que el afectado le pone a la curación que posiblemente termina sanándose, pero esto son solo ideas del subconsciente.

Pero, ¿Qué tan aceptada es esta creencia? De una encuesta que se realizó a 150 personas los resultados fueron que 27 personas no creían mientras que de las restantes 123, setenta mencionaron que creen en el mal de ojo por que ha sido un conocimiento de herencia familiar y las otras cincuenta y tres dijeron estar conscientes que es una superstición pero que igual creen.


La mayoría de las personas están convencidas que la cura más efectiva para el mal del ojo es pasarse el huevo o realizarse una limpia.




Erica Gómez, madre Ximena de 4 años, asegura que su hija ha estado “ojeada” como resultado de la mirada de envidia de muchas personas. Dice Gómez que la niña estaba con una pesadez en el cuerpo, tenía mucho sueño y no tenía deseos de levantarse de su cama hasta que le aconsejaron llevar a la niña a un curandero. Según Gómez en el transcurso de los días del tratamiento Ximena fue sintiendo mejoría y al término del tercer día de tratamiento la  enfermedad  había desaparecido.


“Los remedios no le hacían efecto y ella empeoraba. 

Me dijeron que la lleve a una curandera que se llama 

Zoilita que le hizo un tratamiento de tres días con limpias 

de una hora y luego le pasaba el huevo rezando una oración”


Zoilita menciona que hay muchas maneras de evitar el mal de ojo pero que ella prefiere esta: en un vaso con agua poner dos rosas, una blanca y otra roja, durante toda una noche de luna llena. Luego se las pone en medio de una vela blanca mientras se reza lo siguiente:


Aparta de mí el mal de ojo, 

de aparta de aquí la mala suerte, 

a aparte de mí lo que me duele, 

apartame de magias negras, 

protégene de rituales fuertes, 

que vuelva a ser una persona feliz y alegre

con trabajo, salud  y bienes. AMÉN

El mal de ojo es un fenómeno socio-cultural funcional que ciertas veces es usado sin que la persona sepa que tiene FUERZA EN LA VISTA.






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